Esta semana se
cumplen ochenta y cinco años de la proclamación de la II República española. Es
decir ochenta y cinco años que Alfonso XIII huyó de España.
Alfonso XIII abandonó España la noche del 14 de abril, primero puso rumbo a
Cartagena desde donde embarcó a Marsella. El 16 de abril se hace público el
manifiesto redactado en nombre del Rey por el Duque de Maura, Alfonso XIII
dice:
“Las elecciones celebradas el domingo
me revelan claramente que no tengo hoy el amor de mi pueblo. Mi conciencia me
dice que este desvío no será definitivo, porqué procuraré siempre servir a
España, puesto el único afán en el interés público hasta en las más críticas
coyunturas. Un Rey puede equivocarse, y sin duda erré yo alguna vez, pero sé
bien que nuestra patria se mostró en todo tiempo generosa ante las culpas sin
malicia.
Soy el rey de todos los
españoles, y también un español. Hallaría medios sobrados para mantener mis
regias prerrogativas, en eficaz forcejeo con quienes las combaten. Pero,
resueltamente quiero apartarme de lanzar a un compatriota contra otro en fratricida
guerra civil. No renuncio a ninguno de mis derechos, porque más que míos son
depósito acumulado por la historia, de cuya custodia ha de pedirme un día
cuenta rigurosa.
Espero a conocer la
auténtica y adecuada expresión de la conciencia colectiva, y mientras habla la
nación suspendo deliberadamente el ejercicio del poder real y me aparto de
España, reconociéndola así como única señora de sus destinos.
También ahora creo cumplir
el deber que me dicta mi amor a la patria. Pido a Dios que tan hondo como yo lo
sientan y lo cumplan los demás españoles.”
El 15 de abril el resto de la familia real abandonaba
España en tren desde Aranjuez rumbo a París.
Alfonso XIII fomentó el mismo, con su mala gestión y su
nulo respecto a la Constitución (de 1876) que juró cumplir, el sentimiento
republicano que afloraba en el pueblo, principalmente en las zonas urbanas.
En 1923 apoyó el golpe de estado del General Primo de
Rivera, cuando le encargó formar gobierno. La dictadura de Primo de Rivera duró
hasta 1930, cuando el rey aparta al General del gobierno y nombra a otro
general, más próximo a las tesis reales, Presidente del Consejo de Ministros,
Dámaso Berenguer. El nuevo gobierno intentó restablecer el régimen
constitucional, este período se conoce como la “Dictablanda”. En enero de 1931,
Alfonso preocupado por la unión de los Partidos republicanos, provoca otra
crisis de gobierno y nombra un nuevo Presidente del Consejo de Ministros, otro
militar, el almirante Juan Bautista Aznar. Éste en su intento por volver a la
senda constitucional convoca elecciones municipales para el 12 de abril.
Las elecciones municipales serían las que acabarían con el
régimen monárquico. Los partidos monárquicos ganan las elecciones, pero pierden
en las principales ciudades del país. El rey llega a ofrecer a los republicanos
su abdicación en favor del Príncipe de Asturias, pero partidarios de la
república se sienten con fuerza para pedir su abdicación sin condiciones, y le
dan horas para abandonar España.
El 14 de abril España amanece Republicana, el rey abandona
esa misma noche el país.
Alfonso nació (7 de mayo de 1886) cuando su padre Alfonso
XII ya había muerto (25 de noviembre de 1885), su madre, María Cristina de
Hambsburgo ejercía la regencia. A los 16 años (1902) es declarado mayor de edad
y proclamado rey tras jurar la constitución de 1876. Sin embargo nunca entendió
el sistema constitucional abogó siempre por un gobierno personalista. Esto
supuso la comisión de múltiples errores, con la constante injerencia en las
labores de gobierno.
Esta forma personalista de entender su función fue una de
las causas del Desastre de Annual (1921, derrota de las tropas españolas ante
los rifeños, con el hundimiento de la comandancia de Melilla). Alfonso se
empeñó personalmente en nombrar a los mandos que dirigieron aquel desastre.
Aquella derrota derivó en una investigación parlamentaria que se plasmó en el
denominado “Expediente Picasso”, donde el rey y sus militares afines no salían
mu bien parados. Se dice que el Golpe de Estado del General Primo de Rivera
refrendado por el mismo rey, fue para evitar la publicación de dicho informe.
Su reinado fue nefasto y estuvo plagado de errores.
En lo personal Alfonso se casa el 31 de mayo de 1906 con
la Princesa inglesa Victoria Eugenia de Battenberg, nieta de la reina Victoria
del Reino Unido. La pareja tuvo siete hijos:
Alfonso (1907-1938) renunció a sus derechos dinásticos
para contraer matrimonio morganático. Nace con Hemofilia.
Jaime (1908-1975) sordo de nacimiento, renuncia a sus
derechos dinásticos en España en 1933 bajo presión paterna (recibe el título de
Duque de Segovia), pero no a los derechos sobre el trono de Francia, que hereda
en 1941, y es conocido por los legitimistas franceses como Duque de Anjou. Jaime es el padre de Alfonso
de Borbón y Dampierre, y abuelo de Luis Alfonso de Borbón Martínez Bordiu, por
ello hoy en día el nieto se denomina a sí mismo Duque de Anjou, heredero de los
derechos dinásticos de Francia.
Beatriz (1909-2002) Infanta de España por matrimonio
Princesa de Civitella Cesi.
Fernando nace muerto en 1910
María Cristina (1911-1996) Infanta de España por
matrimonio Condesa de Marone Cinzano
Juan (1913-1993) Infante de España y Conde de Barcelona. Padre
de Juan Carlos I y abuelo de Felipe VI.
Gonzalo (1914-1934) nació hemofílico, y muere joven a causa de un sangrado interno después de un accidente de coche.
Alfonso XIII tuvo también varios hijos fuera del
matrimonio, uno de ellos Leandro, que aún vive, ha conseguido que la justicia
española lo reconozca y usa el apellido paterno.
Las cortes constituyentes por una ley de 26 de noviembre
de 1931 juzgan a Alfonso XIII y lo acusan de alta traición:
“A todos los que
la presente vieren y entendieren, sabed: Que las Cortes Constituyentes, en
funciones de Soberanía Nacional, han aprobado el acta acusatoria contra don
Alfonso de Borbón y Habsburgo-Lorena, dictando lo siguiente:
«Las Cortes
Constituyentes declaran culpable de alta traición, como fórmula jurídica que
resume todos los delitos del acta acusatoria, al que fue rey de España, quien,
ejercitando los poderes de su magistratura contra la Constitución del Estado,
ha cometido la más criminal violación del orden jurídico del país, y, en su
consecuencia, el Tribunal soberano de la nación declara solemnemente fuera de
la ley a don Alfonso de Borbón y Habsburgo-Lorena. Privado de la paz jurídica,
cualquier ciudadano español podrá aprehender su persona si penetrase en
territorio nacional.
Don Alfonso de
Borbón será degradado de todas sus dignidades, derechos y títulos, que no podrá
ostentar ni dentro ni fuera de España, de los cuales el pueblo español, por
boca de sus representantes elegidos para votar las nuevas normas del Estado
español, le declara decaído, sin que se pueda reivindicarlos jamás ni para él
ni para sus sucesores.
De todos los
bienes, derechos y acciones de su propiedad que se encuentren en territorio
nacional se incautará, en su beneficio, el Estado, que dispondrá del uso
conveniente que deba darles.
Esta sentencia,
que aprueban las Cortes soberanas Constituyentes, después de publicada por el
Gobierno de la República, será impresa y fijada en todos los ayuntamientos de
España, y comunicada a los representantes diplomáticos de todos los países, así
como a la Sociedad de Naciones».
En ejecución de
esta sentencia, el Gobierno dictará las órdenes conducentes a su más exacto
cumplimiento, al que coadyuvarán todos los ciudadanos, tribunales y
autoridades.”
Alfonso establece su residencia en Italia acogido por el
dictador fascista Mussolini, a quién ya había visitado cuando Primo de Rivera
era Presidente del Consejo de Ministros.
En 1936 tras el golpe estado de los generales fascistas,
capitaneados por Franco (general próximo a Alfonso XIII, el Rey fue el padrino de boda de Franco, representado por el Gobernador civil de Oviedo en la ceremonia.), el rey exiliado no duda en manifestarles su ferviente apoyo.
Alfonso apoyó económicamente (esto supone que Alfonso XIII poseía dinero en el
extranjero cuando abandonó España o sacó dinero de España en su huida) a los
militares sublevados, hacia el final de la guerra no ve inquietud en éstos por
restaurar la monarquía, escribió a Franco reprochándoselo a lo que éste
contestó de modo despectivo, que la vuelta del rey no iba a ser posible debido
a sus errores pasados. Alfonso declara públicamente sentirse defraudado y
engañado por Franco.
Sin embargo Franco si le hace un favor a Alfonso XIII, el
15 de diciembre de 1938 deroga la ley de
las cortes Constituyentes republicanas, que acusaba y juzgaba al rey por
traición retirándole todos los títulos y derechos para él y sus descendientes.
El 15 de enero de 1941 Alfonso XIII renuncia en favor de su hijo, Juan, a
la jefatura de la Casa Real Española. El 28 de febrero de 1941 muere en el Gran
Hotel de Roma a causa de una angina de pecho. Es enterrado en la iglesia de
Santa María de Montserrat de los Españoles en Roma, hasta que el 19 de enero de
1980 sus restos son trasladados al Panteón Real del Monasterio del Escorial por
orden de su nieto y heredero de sus derechos dinásticos, Juan Carlos I.
Alfonso colaboró con Franco con la idea de restaurar la
monarquía en su persona, si bien no lo consiguió para sí mismo, su propósito
tuvo éxito ya que el dictador anuló la ley de las Cortes Constituyentes que lo
juzgaba y condenaba por traición, y lo despojaba de sus derechos al trono
español. Y la segunda ayuda de Franco fue nombrar como sucesor al nieto de
Alfonso XIII, Juan Carlos. Es cierto que Franco no tuvo buena relación ni con
Alfonso XIII (en el final de su vida), ni con Juan, esto debido a que los tres
codiciaban lo mismo, la jefatura del Estado, que Franco cedió a los borbones
sólo a su muerte. Sin embargó fue aliado de los mismos, al final de su vida y
de su régimen declara a Juan Carlos su
sucesor con el título de Rey.
Juan Carlos quiso recompensar al dictador por el favor de
restaurar la monarquía, por Real Decreto nombra a la hija del dictador, Duquesa
de Franco con grandeza de España, para ella y sus descendiente, exento de
derechos fiscales en su creación y en la primera transmisión. Una de las
primeras decisiones del recién proclamado Rey de España. Los borbones ya habían emparentado con los Franco, a través de la boda de Alfonso de Borbón (Duque de Cádiz) nieto de Alfonso XIII, por ser hijo de Jaime (segundo hijo de Alfonso XIII y Victoria Eugenia) con la nieta del dictador, en marzo de 1972.
•
DECRETO 3028/1975, de 26 noviembre, por el que
se concede el título de Duquesa de Franco, con
Grandeza de
España, a doña Carmen
Franco- Polo,
Marquesa de
Villaverde.
Deseando dar una muestra. de mi Real aprecio a doña. Carmen
Franco Polo, Marquesa· de .Villaverde, y en atención a las
excepcionales circunstancias y merecimientos que en ella concurren,
Vengo en concederle la Merced- Nobiliaria de Duquesa de
Franco, Con Grandeza de España, para sí, sus hijos y deseen·
dientes, exento de derechos fiscales en su creación y en la primera
transmisión,
Así lo dispongo por el presente Decreto, dado en Madrid a
veintiséis de noviembre de mil novecientos setenta y cinco,
JUAN CARLOS
El. Ministro de, Justicia,
JOSE MARIA SANCHEZ-VENTURA PASCUAL
El nieto de Alfonso XIII comete errores similares a los de
su abuelo, más en los personal que en lo político, donde su capacidad de
influencia estaba limitada por la Constitución de 1978. Sin embargo a día de
hoy, sabemos que si ha gozado de impunidad en sus actuaciones, primero porque
se la otorga la Constitución que declara su persona inviolable. Tras su
abdicación siguió gozando de impunidad cuando los dos principales partidos
políticos españoles acordaron en tiempo record , la aprobación de una ley que
le sigue otorgando inviolabilidad a su persona. En el actual mundo digital es
muy complicado esconder ciertas actuaciones, conocemos sus maniobras para
ayudar a su yerno y a su hija a enriquecerse con el patrimonio público.
Recientemente los papeles de Panamá han desvelado la sociedad Off-Shore que su
hermana, Pilar, presidía. Esta sociedad pantalla fue constituida al mismo
tiempo que Juan Carlos era proclamado Rey y disuelta el mismo día de su
abdicación, resulta muy curioso.
El 2 de junio de 2014, Juan Carlos I sucesor de Alfonso
XIII en el título de Rey de España abdica en favor de su hijo y heredero Felipe.
El 16 de junio de 2014 Felipe de Borbón y Grecia es proclamado Rey de España
como Felipe VI por las Cortes Generales.