Esta pasada semana se cumplieron
15 años de la llegada de Máxima Zorreguieta a la casa real de los Países Bajos.
El día 2 de febrero de 2002, la argentina se convertía en Princesa consorte de
Orange, cuando dio el Sí quiero al príncipe heredero de Holanda, Guillermo
Alejandro. Guillermo Alejandro era el primer varón heredero al trono holandés
en cuatro generaciones (su bisabuela la
reina Guillermina, su abuela la reina Juliana y su madre la reina Beatriz).
El príncipe conocía a la joven
argentina en Sevilla durante una feria de abril, se dice que se enamoró a
primera vista.
Máxima nació en Buenos Aires el
17 de mayo de 1971, su padre es Jorge Zorreguieta (secretario de Agricultura y
ganadería durante la dictadura de Videla).
Cuando el gobierno holandés supo de
este dato biográfico de la novia del príncipe heredero, veto la asistencia de
Jorge Zorreguieta en la boda. El gobierno holandés tenía experiencia en estos
asuntos, el príncipe Klaus, marido de la reina Beatriz había tenido una
juventud cercana al nazismo, lo que provocó protestas durante la boda de la
reina.
Máxima es licenciada en Economía
por la Universidad Católica Argentina desde 1995.
Cuando Máxima conoció al príncipe
Guillermo Alejandro ella trabajaba en Nueva York, a la ciudad de los
rascacielos se había trasladado en julio de 1996, para incorporarse a HSBC
James Capel Inc. En la entidad ascendió hasta ocupar la vicepresidencia de
ventas institucionales para América latina. En febrero de 1998 se incorporaba a
Dresdner KleinWort Benson donde ocupó la
vicepresidencia de mercados emergentes para promocionar a la
vicepresidencia de ventas
Institucionales. En mayo de 2000 se traslada a Europa, el romance con el
heredero holandés se vuelve más formal, y la joven se muda a Bruselas en mayo
de 2000 para trabajar en la oficina del Deutsche Bank, donde se queda hasta
marzo de 2001.
El 30 de marzo de 2001, la casa
real holandesa anuncia el compromiso del príncipe Guillermo Alejandro con la
economista argentina. Ese día los jóvenes daban una rueda de prensa donde la
joven es presentada al pueblo holandés. Máxima despliega esa simpatía que la
caracteriza. Y se gana al pueblo de Holanda con su vestido naranja, el color
nacional. El príncipe muestra el anillo entregado a la joven que consiste en
una gran gema central, representando los colores patrios flaqueados de dos
bandas de diamantes.
El 17 de mayo de
ese mismo año, Máxima recibe la nacionalidad holandesa. Dos días después de convertirse en ciudadana
holandesa, Máxima asiste en La Haya a la boda de su futuro cuñado el príncipe Constantin
(hijo pequeño de la reina Beatriz). El 3 de julio las dos cámaras del
parlamento holandés aprobaron el proyecto de ley que permitía el matrimonio,
Máxima es católica.
En agosto de ese año 2001, Máxima
tiene su puesta de largo entre la realeza europea, como prometida del príncipe
Guillermo Alejandro lo acompañaba en Oslo a la boda del príncipe heredero de
Noruega Haakon Magnus.
Máxima que ya se había ganado al
pueblo holandés en su pedida de mano, vuelve a hacerles un guiño. Para la cena
de gala de la noche anterior a su boda escoge un vestido de Valentino en color
naranja, el color patrio, el naranja es un color recurrente en la hoy reina
consorte de Holanda, así como tampoco duda en vestirse con la bandera holandesa.
El 2 de febrero de 2002 en una
ceremonia civil, como manda la tradición y posteriormente en una ceremonia
religiosa, Máxima se casa con el príncipe Guillermo Alejandro y se convierte en
Su Alteza Real la princesa Máxima de Orange, princesa heredera consorte de
Holanda. Ese día escogió al italiano Valentino para vestirla, complementando el
vestido con la tiara de la reina Sofía o de las margaritas, que Máxima lució
con diamantes en lugar de las perlas en forma de Margarita. Sus padres vetados
por el parlamento y el gobierno, no pudieron asistir a la boda, siguieron la
ceremonia por televisión desde un hotel de Londres.
Máxima se mostró muy
emocionada durante algunos actos de la ceremonia.
El 7 de diciembre de 2003, la
princesa Máxima daba a luz a su primera hija, la princesa Catalina Amalia,
actual princesa de Orange, por ser la heredera del trono. Este nacimiento
volvía la normalidad al país acostumbrado a tener herederas mujeres.
Máxima es una reina bastante
atípica en Europa, primero como princesa ha sido muy activa en su papel. En
2004 entra en el consejo de Estado de Holanda, que es el órgano encargado de
facilitar consejo independiente al gobierno y al parlamento y también el órgano
administrativo de más alto rango.
El 26 de junio de 2005 nacía la
segunda hija de la pareja, la princesa Alexia
.
El 10 de abril de 2007, Máxima
daba a luz a su tercera hija, la princesa Ariadne.
La princesa siempre se mostró muy
implicada en incrementar el acceso d ella población a los servicios
financieros, la protección del consumidor y promover la educación económica. En
abril de 2009, el Secretario General de la ONU la nombró consejera especial
para el desarrollo de la economía inclusiva (UNSGSA).
Desde 2011 es presidenta
honorífica del G20 por una economía inclusiva.
En abril de 2013, el príncipe
Guillermo Alejandro es coronado Rey de Holanda, tras la abdicación de su madre,
la reina Beatriz. Y Máxima se convierte en reina consorte de Holanda, Su
majestad la reina Máxima de Holanda. Es la primera mujer nacida en Argentina
que ocupa esta posición.
Máxima es una reina querida
dentro y fuera de su país, por su cercanía y su simpatía, la reina holandesa
parece siempre una mujer feliz, con una sonrisa permanente en los labios.
Máxima es la reina más
sofisticada de Europa. Le fascina la moda y lo demuestra en cada una de sus
apariciones públicas, tanto vestida por diseñadores patrios como Jean Taminiau,
Mattjs Van Berger, o extranjeros entre los que la casa italiana Valentino ocupa
un lugar destacado. Pero su nivel de sofisticación ha ido aumentando en estos
años. La reina es una entusiasta de las pamelas, los collares y las joyas
reales.
Máxima es vista ya como una
holandesa más. Se ha adaptado a su rol tan bien , que parece haber nacido en un palacio. Su matrimonio se ve como idilico, la pareja muestra una compenetración muy alta y su relación con su suegra también se muestra como idílica.