lunes, 13 de febrero de 2017

La mirada de un príncipe a su reina (Isabel y Felipe 70 años)

A raíz de una fotografía de la Reina Isabel II del Reino unido con su marido el príncipe Felipe de Edimburgo, en la que él miraba a la reina, su esposa con gran admiración, quizás amor también, me fijé que a lo largo de los 70 años que llevan juntos hay muchos testimonios gráficos de esa misma mirada. La primera foto con esa mirada es la del día de su compromiso, el 9 de julio de 1947. Me parece interesante realizar un recorrido por la vida de la pareja, que este año cumple los 70 años de casados (20 noviembre de 1947) a través de esas miradas.
Se dice que el Príncipe ha sido varias veces infiel como esposo a la reina, pero nunca desleal. Lo que si parece es que ha sido un matrimonio razonablemente feliz, como el de las otras dos jefas de estado con las que Isabel ha coincidido generacionalmente tanto Margarita de Dinamarca como Beatriz de Holanda. A los maridos no siempre les ha gustado su papel de consorte, pero Felipe de Edimburgo nacido príncipe Felipe de Grecia y Dinamarca ha desempeñado con dignidad su rol.















El día de su boda (20 noviembre de 1947).
Las fotografías oficiales del bautismo de su segunda hija, la princesa Ana.

En los 50 en Malta. Esta misma foto se repetiría muchos años después, Isabel llevaba el mismo broche de zafiro y diamantes en su solapa.





En junio de 1953 durante el saludo desde el balcón de palacio tras la proclamación de Isabel como reina.










Durante una recepción





















En un baile durante una cena de estado




















Con sus hijos tras el nacimiento del príncipe Andrés, en 1960.



















La pareja en Balmoral en sus vacaciones en la década de los 70.

























En los 70 en una cena de Estado.

En los 80 en un acto público.



















Durante los últimos años






martes, 7 de febrero de 2017

Reina Máxima: Quince años de plebeya a princesa y ahora reina

Esta pasada semana se cumplieron 15 años de la llegada de Máxima Zorreguieta a la casa real de los Países Bajos. El día 2 de febrero de 2002, la argentina se convertía en Princesa consorte de Orange, cuando dio el Sí quiero al príncipe heredero de Holanda, Guillermo Alejandro. Guillermo Alejandro era el primer varón heredero al trono holandés en cuatro generaciones  (su bisabuela la reina Guillermina, su abuela la reina Juliana y su madre la reina Beatriz).
El príncipe conocía a la joven argentina en Sevilla durante una feria de abril, se dice que se enamoró a primera vista.













Máxima nació en Buenos Aires el 17 de mayo de 1971, su padre es Jorge Zorreguieta (secretario de Agricultura y ganadería durante la dictadura de Videla). 








Cuando el gobierno holandés supo de este dato biográfico de la novia del príncipe heredero, veto la asistencia de Jorge Zorreguieta en la boda. El gobierno holandés tenía experiencia en estos asuntos, el príncipe Klaus, marido de la reina Beatriz había tenido una juventud cercana al nazismo, lo que provocó protestas durante la boda de la reina.
Máxima es licenciada en Economía por la Universidad Católica Argentina desde 1995.
Cuando Máxima conoció al príncipe Guillermo Alejandro ella trabajaba en Nueva York, a la ciudad de los rascacielos se había trasladado en julio de 1996, para incorporarse a HSBC James Capel Inc. En la entidad ascendió hasta ocupar la vicepresidencia de ventas institucionales para América latina. En febrero de 1998 se incorporaba a Dresdner KleinWort Benson donde ocupó  la vicepresidencia de mercados emergentes para promocionar a la vicepresidencia  de ventas Institucionales. En mayo de 2000 se traslada a Europa, el romance con el heredero holandés se vuelve más formal, y la joven se muda a Bruselas en mayo de 2000 para trabajar en la oficina del Deutsche Bank, donde se queda hasta marzo de 2001.









El 30 de marzo de 2001, la casa real holandesa anuncia el compromiso del príncipe Guillermo Alejandro con la economista argentina. Ese día los jóvenes daban una rueda de prensa donde la joven es presentada al pueblo holandés. Máxima despliega esa simpatía que la caracteriza. Y se gana al pueblo de Holanda con su vestido naranja, el color nacional. El príncipe muestra el anillo entregado a la joven que consiste en una gran gema central, representando los colores patrios flaqueados de dos bandas de diamantes.  



El 17 de mayo de ese mismo año, Máxima recibe la nacionalidad holandesa.  Dos días después de convertirse en ciudadana holandesa, Máxima asiste en La Haya a la boda de su futuro cuñado el príncipe Constantin (hijo pequeño de la reina Beatriz). El 3 de julio las dos cámaras del parlamento holandés aprobaron el proyecto de ley que permitía el matrimonio, Máxima es católica.



En agosto de ese año 2001, Máxima tiene su puesta de largo entre la realeza europea, como prometida del príncipe Guillermo Alejandro lo acompañaba en Oslo a la boda del príncipe heredero de Noruega Haakon Magnus.



















Máxima que ya se había ganado al pueblo holandés en su pedida de mano, vuelve a hacerles un guiño. Para la cena de gala de la noche anterior a su boda escoge un vestido de Valentino en color naranja, el color patrio, el naranja es un color recurrente en la hoy reina consorte de Holanda, así como tampoco duda en vestirse con la bandera holandesa.





El 2 de febrero de 2002 en una ceremonia civil, como manda la tradición y posteriormente en una ceremonia religiosa, Máxima se casa con el príncipe Guillermo Alejandro y se convierte en Su Alteza Real la princesa Máxima de Orange, princesa heredera consorte de Holanda. Ese día escogió al italiano Valentino para vestirla, complementando el vestido con la tiara de la reina Sofía o de las margaritas, que Máxima lució con diamantes en lugar de las perlas en forma de Margarita. Sus padres vetados por el parlamento y el gobierno, no pudieron asistir a la boda, siguieron la ceremonia por televisión desde un hotel de Londres. 











Máxima se mostró muy emocionada durante algunos actos de la ceremonia.









El 7 de diciembre de 2003, la princesa Máxima daba a luz a su primera hija, la princesa Catalina Amalia, actual princesa de Orange, por ser la heredera del trono. Este nacimiento volvía la normalidad al país acostumbrado a tener herederas mujeres.













Máxima es una reina bastante atípica en Europa, primero como princesa ha sido muy activa en su papel. En 2004 entra en el consejo de Estado de Holanda, que es el órgano encargado de facilitar consejo independiente al gobierno y al parlamento y también el órgano administrativo de más alto rango.
El 26 de junio de 2005 nacía la segunda hija de la pareja, la princesa Alexia
.






















El 10 de abril de 2007, Máxima daba a luz a su tercera hija, la princesa Ariadne.














La princesa siempre se mostró muy implicada en incrementar el acceso d ella población a los servicios financieros, la protección del consumidor y promover la educación económica. En abril de 2009, el Secretario General de la ONU la nombró consejera especial para el desarrollo de la economía inclusiva (UNSGSA). 





Desde 2011 es presidenta honorífica del G20 por una economía inclusiva.













En abril de 2013, el príncipe Guillermo Alejandro es coronado Rey de Holanda, tras la abdicación de su madre, la reina Beatriz. Y Máxima se convierte en reina consorte de Holanda, Su majestad la reina Máxima de Holanda. Es la primera mujer nacida en Argentina que ocupa esta posición.








Máxima es una reina querida dentro y fuera de su país, por su cercanía y su simpatía, la reina holandesa parece siempre una mujer feliz, con una sonrisa permanente en los labios.
Máxima es la reina más sofisticada de Europa. Le fascina la moda y lo demuestra en cada una de sus apariciones públicas, tanto vestida por diseñadores patrios como Jean Taminiau, Mattjs Van Berger, o extranjeros entre los que la casa italiana Valentino ocupa un lugar destacado. Pero su nivel de sofisticación ha ido aumentando en estos años. La reina es una entusiasta de las pamelas, los collares y las joyas reales.















Máxima es vista ya como una holandesa más. Se ha adaptado a su rol tan bien , que parece haber nacido en un palacio. Su matrimonio se ve como idilico, la pareja muestra una compenetración muy alta y su relación con su suegra también se muestra como idílica.