Ha vuelto a ocurrir Grace de
Mónaco sigue siendo la inspiración. El vestido que la norteamericana Helen Rose
creó para la que se iba a convertir en princesa de Mónaco aquel 19 de abril de
1956 continúa siendo la inspiración para cualquier diseñador de vestidos de
novia.
Esta vez fue en Lima, Perú, el
gallego Jorge Vázquez vio en la creación de la diseñadora norteamericana la
musa para el vestido confeccionado para la peruana Alexandra de Osma ya convertida en princesa consorte de Hannover
por su boda con Christian de Hannover, hijo mediano del príncipe Ernest August
de Hannover, jefe de la casa real de Hannover.
La peruana lució el 16 de marzo
de 2018 en Lima el diseño de Jorge Vázquez que recordaba sin lugar a dudas al
de la princesa de Mónaco, y más recientemente al de la actual duquesa consorte
de Cambridge, Kate Minddleton.
Catherine Mindletton había
confiado el diseño de su vestido de boda, el 29 de abril de 2011, con el
príncipe Guillermo de Gales, segundo en la línea de sucesión al trono británico
a la diseñadora inglesa Sarah Burton de la Casa Mcqueen. La diseñadora inglesa encontró también la inspiración en
Helen Rose.
El gran Valentino también había
invocado el espíritu de aquel iconónico vestido de la princesa de Mónaco en su
creación de 1995 para otra norteamericana, Marie Cantal Miller, en su boda el 1
de julio de 1995 con el príncipe heredero de Grecia, Pablo.
El diseño de Helen Rose es
claramente la inspiración.
Alexandra de Osma complementó el
vestido con la tiara floral de los Hannover, la misma que había usado Ekatrina
Malysheva, esposa del hermano de su marido, Ernest August en su boda en julio
de 2017.
Grace no llevó tiara y tampoco la
necesitó para parecer una princesa. La princesa inmortal a la que todas quieren
parecerse.
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