miércoles, 22 de enero de 2025

Sofia Rhys-Jones, hoy Sofia, duquesa consorte de Edimburgo.

 



La casa real inglesa es la única casa real, donde los segundos de abordo y hasta los cuartos tienen protagonismo.

El príncipe Harry y Meghan Markle, duques de Susex, han abandonado sus obligaciones reales, este hecho otorgó protagonismo y valor a otros miembros de la casa real, que por posición, estaban en tercera y cuarta línea.

Este es el caso, del príncipe Eduardo, el menor de los hermanos del rey Carlos, y  su mujer, Sofia. El príncipe Eduardo y Sofia recibieron,como regalo de bodas, por parte de la reina, el condado de Wessex. Eduardo fue el único de los hijos varones de Isabel II que no fue obsequiado con un ducado. Se rumoreaba, que el ducado de Edimburgo, que ostentó el príncipe Felipe, su padre, hasta su fallecimiento, sería legado a Eduardo.

El ducado de Edimburgo permaneció vacante desde el 9 de abril de 2021, cuando fallecía, el príncipe Felipe.

El rey Carlos III se lo otorgó a su hermano menor, Eduardo, el 10 de marzo de 2023.


La esposa de Eduardo, Sofia, pasaba a ser duquesa consorte de Edimburgo desde ese momento.




Sofía entraba en la familia real británica el 19 de junio de 1999, día de su boda en el castillo de Winndsor, con el príncipe Eduardo.


Eduardo y Sofía se habían conocido en 1993, en un partido de tenis benéfico. Sofía se dedicaba a las relaciones públicas, regentando su propia agencia, junto con un socio.






El 6 de enero de 1999, la casa real británica anunciaba, el compromiso del príncipe Eduardo y Sofía Helen Rhys-Jones.
El anillo de compromiso fue un diamante central rodeado de dos diamantes más pequeños, similar al que el príncipe Harry ragaló a Megan Markle.





Al principio la prensa empezó a establecer paralelismos entre Sofía y la fallecida Diana, princesa de Gales. Había cierto parecido físico entre las dos mujeres.







En la boda, la novia llevó un vestido
de Samantha Shaw, de manga larga con escote en uve, bordado con cristales, complementado con un velo de tul sujeto por una tiara perteneciente a la colección privada de la reina que fue remodelada para la ocasión por el joyero real, las joyas que llevaba, pendientes y collar fueron un regalo del príncipe Eduardo quién las diseñó en persona.



En los primeros años de matrimonio, la pareja siguió un perfil bajo, Sofía continuo trabajando en su agencia de relaciones públicas.

Sofía protagonizaba en abril de 2001, un escándalo, al hacerse públicas unas conversaciones, que ella creía con un jeque árabe, y era, en realidad  un periodista. En esas conversaciones, la entonces condesa de Wessex, criticaba el jecutivo laborista de Tony Blair, así como a una parte de la familia real británica.

La pareja fue objeto de escrutinio y críticas, sobre todo por sus intereses privados, que acabaron por decidir a Sofia a abandonar sus negocios y dedicarse a tiempo completo a ejercer de consesa consorte.

La pareja tiene dos hijos:


Louise Mountbatten-Windsor nacida el 8 de noviembre de 2003. El parto puso a Sofia al bode de la muerte así como a la propia bebé.







Jacobo Mountbatten-Windsor nacido el 17 de diciembre de 2007. Jacobo ostenta ahora el título de conde Wessex, desde el nombramiento de su padre, como duque de Edimburgo y vizconde Sverre.





Sofía como todas las plebeyas, que entran a la realeza, ha tenido una evolución, espectacular en estilo.









Eduardo y Sofia eran los encargados de representar a la fami
lia real británica en los diferentes eventos de la realeza mundial.





Sofía ha lucido en estos eventos y en las diferentes galas dentro de territorio británico, tiaras de la reina Isabel.









Se dice que, Sofía era la nuera favorita de Isabel II, lo cual no era dificil, teniendo en cuenta, que fue la única que no protagonizó un divorcio. Ella ra la única familiar política que viajó a Escocia ante el empeoramiento de la salud de la reina.  Sofia acompañó a su marido, al príncipe Andrés y al príncipe Guillermo.


El último año de enfermedades del rey Carlos y de la princesa consorte de Gales, impulsaron la figura de Sofia dentro de la familia.

La duquesa consorte de Edimburgo acaba de cumplir 60 años, con un gran protagonismo dentro de la corona británica.


Dentro de la realeza europea, Sofia mantiene una gran amistad con la reina consorte, Máxima de Holanda.









Por protocolo, el príncipe Eduardo sería el decimosegundo, pero la realidad los sitúa a él y a su familia en primera línea. 

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