jueves, 10 de noviembre de 2016

Masako de Japón: La niña que no quería ser princesa


 
 
Había una vez una niña que no soñaba con ser princesa, ella quería viajar, aprender y representar a su país en el exterior.

Masako Owada nació el 9 de diciembre de 1963 en Tokio, sus padres son Yumiko Esgashira y Hisashi Owada. Su padre es diplomático de carrera. A los dos años, Masako se muda con sus padres a Moscú donde acude a una guardería pública. En 1968 su padre es trasladado a Nueva York a donde se muda la familia, Masako acude a la escuela pública. Masako tiene dos hermanas menores que son gemelas.

En 1971 la familia retorna a Japón, donde el sr. Owada vuelve al ministerio de Asuntos exteriores. La pequeña Masako entra en Futaba Gauken, una escuela católica privada en Tokio, donde habían estudiado su madre y su abuela también. Parece ser que el sueño de la pequeña Masako era ser veterinaria. Debido a sus estancias en el extranjero, la pequeña domina ya varias lenguas, su japonés natal, ruso e inglés, ahora   empieza a estudiar  francés y alemán . Entra en el equipo de Sóftbol del colegio llegando a ganar el campeonato de distrito.

En 1979, con 16 años en su segundo año en la escuela superior, la familia Owada se traslada de nuevo a los Estados Unidos, a Boston, donde el padre es profesor invitado en leyes internacionales de la Universidad de Harvard. En 1981 Masako se gradúa en la escuela de Belmont donde preside la Sociedad Honorífica Nacional, forma parte del equipo de sóftbol de la escuela y del club de francés. Masako gana el premio Goethe Society por su “Poesía Alemana”. Ese año de 1981 entra en la Universidad de Harvard para cursar estudios en económicas. Su padre ha de volver a Moscú, pero se decide que la joven permanezca en Boston para completar sus estudios. Masako queda bajo la tutorización de unos amigos de su padre, los Oldman. En Harvard Masako llega a presidir la Sociedad de la Escuela Japonesa, lo que le facilita amistades como la del cónsul japonés en Boston. Según sus propias palabras los años en Harvard son los más felices de su vida. Durante sus estudios universitarios realiza una estancia de estudios en Francia donde acude al Instituto Goethe. En 1985, la joven se gradúa Cum Laude en Económicas por Harvard.

Después de su graduación regresa a Japón, donde durante seis meses de abril a octubre de 1986 estudia leyes en la Universidad de Tokio para preparar el examen de entrada en el Ministerio de Asuntos Exteriores de Japón.  De 800 aspirantes sólo pasan 28 de los que sólo 3 son mujeres, Masako y otras dos más.

Su primer trabajo en el Ministerio fue una división internacional que atendía las relaciones con la OCDE. Masako era un activo muy importante, por su dominio de varias lenguas, algo no muy habitual en Japón. En 1988, Masako es escogida por el Ministro de Asuntos Exteriores para realizar durante dos años un postgraduado en Relaciones Internacionales pagado por el Ministerio. Ella intenta que los estudios puedan realizarse en la Universidad de Harvard, pero esto no es posible, por lo que decide ir a la Universidad de Oxford. Por razones no muy claras, Masako regresa en 1990 a Japón sin haber acabado su tesis.

En 1986 durante sus estudios en la Universidad de Tokio conoce al príncipe Naruhito (26 años), el heredero del emperador. Este primer encuentro se produce en una recepción en honor de la infanta Elena de España. El príncipe se interesa en la joven y producen varios encuentros entre los jóvenes. En 1987 la noticia salta a la prensa, y Masako empieza a recibir presiones mediáticas. Sin embargo, un escándalo medioambiental de su abuelo materno, Yutaka Esgashira la excluye de la lista de posibles novias reales.  Su abuelo es acusado de vertidos contaminados al río que rodea la ciudad de Minamata, durante la construcción de la metalúrgica con la que hizo su fortuna.

A pesar el escándalo y el viaje de Masako a Oxford, Naruhito sigue interesado en la joven.  Sin embargo, Masako rechaza al príncipe hasta en dos ocasiones, porque considera que casarse con el príncipe heredero la obligaría a acabar con su prometedora carrera.  Naruhito no se resigna, y finalmente Masako acepta la propuesta de matrimonio el 9 de diciembre de 1992, el día de su 29 cumpleaños. Parece ser que a Masako la convence el argumento que ser princesa heredera es otra forma de ejercer la diplomacia y servir a su país. Los padres de Masako no están a favor de la boda, creen que la joven tira a la basura su brillante carrera.

La casa imperial japonesa anuncia el compromiso del príncipe heredero Naruhito(32 años) con la joven diplomática Masako (29 años) el 19 de enero de 1993. Esto causa un gran revuelo, se creía que los jóvenes se habían separado en 1987. El 12 de abril de 1993 se celebra la ceremonia de petición de mano.

 
 
 
 
 
La boda tiene lugar en 9 de junio de 1993, en una tradicional ceremonia japonesa, Masako viste el tradicional kimono japonés. Desde su matrimonio Masako pasa a ser Su Alteza imperial la Princesa Heredera Masako.

 
La nueva princesa empieza a sufrir presiones para dar al trono del crisantemo un heredero. El primer embarazo de la princesa se anuncia en diciembre de 1999, pero la princesa sufre un aborto espontaneo.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Finalmente el 1 de diciembre de 2001 Masako daba a luz a una niña, la princesa Aiko. Masako había tardado 8 años en conseguir ser madre, se dice que por múltiples problemas, y que al final fue un tratamiento de fertilidad lo que consiguió que la princesa llevase un embarazo a término.

Los años desde la boda hasta la maternidad fueron años oscuros y tristes para la joven que aspiraba a desarrollar una gran carrera diplomática. De repente se encontró con la realidad de la corte japonesa, donde las mujeres no son consideradas hasta han de caminar un paso por atrás de sus maridos, recluida en palacio sin más papel institucional que acompañar a su marido pero sin voz.

Al año siguiente de su boda la pareja heredera realizó una gira por oriente próximo. En 1995 volverían visitando Kuwait, Emiratos árabes unidos y Jordania.  En 1999 Masako acudía con Naruhito a la boda del hoy rey Felipe de Bélgica y volvería a Jordania.

Después del nacimiento de la Princesa Aiko, se recrudecieron las presiones sobre Masako para traer al mundo un varón. Esto fue minando el carácter de la joven, que poco a poco se va sumiendo en la tristeza, en el año 2002 desaparece de la exposición pública. La explicación oficial son desordenes emocionales. En julio de 2004 se anuncia que la princesa está recibiendo tratamiento médico por estos problemas de salud.

En 2005 el gobierno japonés encarga a expertos juristas un informe sobre la posibilidad de cambiar la ley de sucesión de la casa imperial japonesa, para permitir la sucesión de la línea primogénita sea mujer o hombre. A finales de ese año, con el informe en la mano, el primer ministro nipón anuncia que el gobierno va a trabajar para cambiar la ley.  El tema se paraliza en febrero de 2006 cuando el príncipe Akishino (hermano de Naruhito) anuncia que su esposa está esperando su tercer hijo, la pareja tenía dos hijas, el 6 de setiembre de 2006, la princesa Akishino da a luz un varón, que asegura la sucesión de la línea masculina en el trono del crisantemo. Se dice que el príncipe Akishino y su esposa recurrieron a la fecundación in vitro, escogiendo el sexo del bebé, para conseguir un varón y asegurar para su familia la sucesión en el trono en detrimento de la princesa Aiko.

En 2002, la princesa acompaña a su marido en una visita oficial a Nueva Zelanda y Australia.

En estos años la princesa llega a hacer una gran amistad con otra mujer que dejó su prometedora carrera para convertirse en consorte real, Máxima de Holanda. La argentina va a ser un gran apoyo para Masako Entre sus destinos privados está Holanda, donde Masako Y Naruhito acuden con su hija, Aiko, invitados por la familia real holandesa.
 
 
 
 
 
 
 
 
 En 2013 Masako acompaña a Naruhito a la coronación de Guillermo Alejandro como rey de los Países Bajos.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
La  última visita oficial de los monarcas holandeses a Japón puso de manifiesto el gran cariño que la Reina Máxima y la princesa Masako se profesan. Masako lucía un traje en color naranja en honor a los monarcas holandeses.
 
 
 
 
En 2008 Naruhito habla en público sobre los problemas de salud de su esposa, ya es oficial que la princesa está diagnosticada de depresión. Naruhito ha demostrado siempre un amor infinito a su esposa, cumpliendo con su promesa de cuidarla y permanecer junto a ella siempre.

 
 
 
 
 
Este pasado verano de 2016, el emperador Akihito anunciaba su deseo de abdicar, algo que no está contemplado en la ley de la casa imperial. El gobierno nipón está trabajando en la modificación de la misma. Si se produce este hecho, Naruhito será coronado emperador y Masako será la emperatriz de Japón.

 
 
Masako es la niña que se cruzó con un príncipe y esto acabó con su prometedora carrera para encerrarla en una jaula de oro.

 

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