viernes, 6 de abril de 2018

Letizia y Sofia:Historia de suegras y nueras


Letizia parece no llevarse bien con su suegra, al igual que le sucede con el resto de la familia política y de los royals.
Con Sofia parece que las tensiones empezaron después de la famosa foto en Suiza de la reina emérita con su hija Cristina, su yerno y sus nietos. Eso es lo que se comenta publicamente, sin embargo las tensiones datan por lo visto, de antes, Letizia ya no era partidaria de que Sofia ejerciese de abuela con sus hijas.








Letizia en esta historia siempre ha tenido el papel de malvada bruja. Su “dejame terminar” al entonces príncipe en aquel lejano noviembre de 2003, no gustó a muchos. Esta chica de hecho no gustaba a la alta sociedad. El porqué era fácil, las mamás y papás que habían preparado a sus hijas (gastando una fortuna) vieron como el heredero se fijaba en una chica de familia humilde, calse media y despreciaba a sus encantadoras, educadísimas y estudíadisimas hijas, lo inconcebible. Por lo menos, la hija favorita del rey, la infanta Elena había tenido la "sensatez" de casarse con uno de los suyos, extravagente, sí, pero de familia de abolengo (tiempo después todo salio mal, pero eso pasa en las mejores familias, pero el chico es un señor, todo discreción y educación).
La mediana, Cristina, siempre fue por libre, y se casó con un deportista, pero de "buena familia", católica, practicante, vascos (eso era lo peor, pero al fin y al cabo un asunto menor), el tiempo demostró que tampoco acertó, pero eso también pasa en las mejores familias, mira los Villar-Mir.

El heredero, ese si que se equivocaba. O quién erró fue casa real, la primera novia oficial anda dando pena por el papel cuché, ahora con relación amistosa con derechos con el que fuera jerifalte de Telefónica. Pero al fin y al cabo era de buena familia, noble y con madrastra princesa del millonario príncipado de Leinchestein, casi nada.











La novia americana, Gigi Howard, tampoco era la adecuada, familia clase media y ahora anda de vendedora de cosméticos, aprovechando que es la ex del rey.








La noruega, no tenía abolengo, pero mira tampoco lo tienen la argentina, y mira que reina más simpática, que empatía con la gente, lo hace mejor que su marido, y lo bien que se lleva con la prensa y como lucen esas princesitas.







La otra noruega, la que si llego a princesa, mira que curriculum, pero lo ha hecho bastante bien y sin altercados, alguno en los aeropuertos, por su pánico a volar, pero un comportamiento notable y lo bien que se lleva con su suegra. Además tiene una imagen demujer enamorada, que quién no lo estaría con el cuerpo que se gasta ese príncipe. Esta es la más parecida a Letizia en circunstancias personales, Mette-Marit no está divorciada, pero tiene un hijo de una relación anterior. Sí, es cierto que los noruegos ya estaban acostumbrados a las plebeyas que se convierten en princesas. Cabe resaltar que Noruega no tiene una clase noble como la española, Noruega se independizó de Suecia a principios del siglo XX, el primer rey de la actual casa real reinante fue el bisabuelo del príncipe heredero, Haakon Magnus, el rey Haakon. Durante el siglo XX Noruega tuvo dos reinas consortes, la reina Maud, esposa del rey Haakon, Maud había nacido princesa Maud de Gales (era la hija del prícnipe de Gales y su esposa y nieta de la reina Victoria del Reino Unido), el hijo del rey Haakon y la reina Maud, el futuro Olav V se casaba con la princesa Martha de Suecia ( hija del príncipe Carl de Suecia, por lo tanto nieta del rey Oscar y de la princesa Ingebord de Dinamarca, por lo tanto nieta por vía materna del rey Federico VIII de Dinamarca), Martha nunca llegó a convertirse en reina consorte, por su temprano fallecimiento. Y la otra reina es la actual Sonja, noruega de nacimiento y plebeya.
En Dinamarca, la actual princesa consorte Mary, tampoco lo tuvo fácil. Mary es australiana de nacimiento, y a su suegra no le gustaba para consorte de su hijo. Nunca ha parecido que las relaciones de suegra y nuera sean las mejores, pero siempre han mantenido una cordial relación en público, sin altercados.














En Bélgica la primera relación que vimos suegra nuera, no era exactamente así. Me refiero a la que mantuvieron la reina viuda Fabiola y la reina consorte Paola. Fabiola y Paola eran cuñadas, la que hubiese sido su suegra, la reian Astrid falleció siendo sus hijos (Josephine Charlotte, Balduino y Alberto) pequeños, la madrastra, la princesa Lilian de Renthy podría haber sido lo más parecido a una suegra para Fabiola y Paola. Sin embargo, Lilian nunca tuvo el título de reina consorte, cuando Fabiola contrajo matrimonio lo hizo ya con Balduino como rey de Bélgica (su padre, el rey Leopoldo III había abdicado en Balduino en julio de 1951). Fabiola y Balduino nunca tuvieron hijos, por lo que Fabiola se volcó en sus sobrinos políticos, los hijos de Alberto y Paola. La princesa Paola no fue una madre demasiado presente en la vida de sus hijos, Paola y Alberto que se habían casado muy jóvenes, decidieron vivir sus vidas de forma despreocupada y alegre. Esto nunca fue del todo aceptado por los muy conservadores y religiosos, Balduino y Fabiola ( no existen pruebas gráficas de desaires entre la reina Fabiola y la princesa Paola). Cuando en 1993 fallece Balduino, su sucesor es su hermano menos, Alberto y Paola se convierte en reina consorte. Una de las primeras medidas de Paola como reina fue pedir a la viuda Fabiola que abandonase el palacio de Laeken. Fabiola siguió participando en actividades públicas, aunque de forma mucho más discreta. Paola adquiere todo el protagonismo.
En diciembre de 1999 el duque de Brabante, Felipe, heredero de su padre Alberto, se casaba con la aristocrata belga, Mathilde D´Udekem. No existen pruebas de gran complicidad entre suegra, Paola y nuera, Mathilde (si bien Mathilde usó para su boda el velo, de la reina Paola, que era una reliquia familiar de la familia de la ahora reina consorte de Bálgica y la tiara también propiedad de Paola (herededa de la abuela de su marido, la reina consorte Elizabeth). En julio de 2013, Alberto abdica en su hijo, Felipe y Mathilde se convierte en reina consorte (por primnera vez en su historia, los belgas tienen una reina nacida en Bélgica que domina los dos idiomas del país). Mathilde tanto en su etapa de princesa como de reina nunca mostró gran complicidad con su suegra, tampoco ningún desplante. La actual reian de los belgas siempre se mostró más cercana a Fabiola, lo que no es extraño, ya que el propio Felipe, también parecía más unido a Fabiola que a su propia madre.
Una relación bastante tensa entre suegra y nuera se dió en Luxemburgo entre la gran duquesa Josephine Charlotte (ya fallecida) y la actual gran duquesa Marie Therese. A la gran duquesa Josephine Charlotte (nacida princesa de Bélgica, hija del rey Leopoldo III y de la reina Astrid) la elección de su hijo no la hizo feliz. Se dice que nunca entendió que su hijo no sacrificase su felicidad por el bien del ducado. Ella Josephine Charlotte que se dice había sacrificado ungen amor por cumplir su papel como hija de rey y casarse con el gran duque heredero Jean, no lo entendía.
En público las tensiones no eran visibles, lo único que se podía ver era el favoritismo de Josephine Charlotte por la esposa de su hijo menor, Sybilla (bisnieta del rey Alfonso XIII de España y de la reina Victoria Eugenia), sobre todo en grandes eventos, cuando Sybilla lucía joyas de su suegra, que a Marie Therese le parecían estar vetadas.
Fue la propia Marie Therese quien una vez fallecida la suegra contó a la prensa la tensa relación familiar, acusandoa su suegra de racista y elitista, parece que Josephine Charlotte se refería a su nuera como la pequeña cubana (Marie Therese era cubana de nacimiento).
A su muerte, Josephine Charlotte, dejó sus joyas personales repartidas entre todos sus hijos, para evitar que recayesen en Marie Therese, pero su hijo, el gran duque Henri se las compró a sus hermanos y las puso a disposición de su esposa.
Marie Therese parece mucho más empática con sus nueras, a las que en público siempre ha tratado de forma cariñosa, presta sus joyas e incluso su ropa, y le encanta posar con sus nietos.
Otro caso de relación complicada nuera suegra fue el de la reina Isabel con la fallecida princesa Diana. Si bien, la reina alentó ese matrimonio, la evolución que tuvo la joven Diana, no fue del agrado de su suegra. Diana rompía constantemente la rigidez de los Windsor, se encargaba personalmente de sus hijos y rompía frecuentemente el protocolo. La popularidad de Diana superaba a la reina Isabel. Sin embargo nunca hubo altercados públicos entre suegra y nuera. La separación y posterior divorcio de los príncipes de Gales aumentó la tensión entre ambas, a Diana se le retiró el tratamiento de alteza real. La muerte de Diana puso en jaque a la monarquía, la reina tuvo que emitir un mensaje a la nación y presentar sus respetos públicos al ferétro de la princesa. Con su actual nuera, Camila, la relación parece mucho más relajada y cordial, al igual que con al esposa de su nieto Guillermo.




Otra relación tensa, en este caso suegro nuera fue la del prícipe Felipe de Edimburgo con su exnuera, Sarah Ferguson (ex esposa del príncipe Andrés), parece que el prínciep ha llegado a vetar la presencia de Sarah en actos a los que él asiste.
Y llega Letizia, el golpe fue rápido, en cuanto comienzan los rumores, se produce el anuncio de compromiso, no hubo tiempo. Letizia era la elegida, periodista y divorciada, si divorciada, pero bueno en un matrimonio civil, nada poca cosa. La alta sociedad de este país quedó perpleja, la nieta del taxista iba a ser princesa de Asturias.
Letizia nunca ha despertado simpatías entre la alta sociedad española. Es un caso curioso,porqué si parece que la reina Sofía fue su gran valedora. Siempre se comentó la debilidad de Sofía por su hijo Felipe, por lo que ésta no tuvo dudas en apoyar la elección del hijo querido ante el rey Juan Carlos (que por lo visto no acabo nunca de ver lo de Letizia). 










La propia Letizia se encargaba de nombrar a Sofía como su ejemplo siempre en público. La tiara nupcial de Letizia fue la prusiana (que pertenece a Sofía, y fue además su tiara nupcial, al igiual que la de su abuela materna, la princesa Victoria Luisa de Prusia (por nacimiento) convertida en princesa de Hannover por matrimonio. 








Ha lucido otras joyas personales de la reina Sofia en cantidad de ocasiones. 













A principios de este año 2018 Letizia aprecía con un vestido que la reina Sofia había lucido en la decada de los 80. Parecía que había buena sintonía entre ambas reinas.


































Es cierto que Letizia no parece mostrar una gran simpatía por la familia de la reina Sofía. Es obvio que no se lleva bien con la esposa del prínciep Pavlos de Grecia, Marie Chantal. Letizia no acudió a la fiesta de cumpleños que Marie Chantal preparó en Londres a su marido, Pavlos (que cumplía 50 años) y a su hija mayor, Maria Olympia (20 años). En ese momento la no asistencia de Letizia, hasta fue bien acogida en España. La fiesta era una vanidad de niña rica, con la asistencia de las mayores fortunas del planeta.
Letizia si asistió en Grecia, verano de 2010, a la boda del príncipe Nicolás (hermano del príncipe Pavlos, sobrino de la reian Sofia). Se dice que protagonizó otro de sus desplantes. Parece ser que no estaba sentada en la misma mesa que su marido, lo que no le entusiasmo, en un detrminado momento se levantó y fue en busca del príncipe Felipe sentándose con él.



 Otra anécdota que se cuenta es la que protagonizó en la boda de la princesa heredera Victoria de Suecia en junio de 2010, cuando “pasó” del acompañante que se le había asignado para entrar en el salón de la cena y decidió entrar con su marido. Sí bien es cierto que en Suecia se la vio departir amigablemete con la entonces princesa Mathilde de Bélgica.





En el único sitio entre la realeza donde parece sentirse cómoda es en Holanda ( por lo visto si se lleva bien con al reina Máxima, argentina de nacimiento) allí acudió en varias ocasiones tyanto a actos privados (celebración del 40 y 50 cumpleaños del rey Guillermo Alejenadro) como públicos, coronación de Guillemro Alejandro como rey.





Otra clara falta de entendimiento con la familia de la reina Sofía fue en Grecia en marzo de 2014, en el 50 aniversario de la muerte del rey Pablo de Grecia (abuelo paterno del príncipe Felipe), aunque Letizia si acompaña al entonces príncipe, así como a la reina Sofía y las infantas Elena y Cristina (ya muy tocada por el caso de corrupción Noos, empresa de su marido), no se ve ninguna interacción entre Letizia y la familia griega. 


Existen fotos que Marie Chantal, esposa de Pavlos de Grecia sube a su Instagram donde aparecen la familia en momentos privados y Letizia y el prícipe Felipe son los grandes ausentes.















En los actos celebrados el 16 de junio de 2014 para representar la coronación de Felipe VI de la familia de la reina Sofia sólo son invitados Constantino y Ana Maria de Grecia y la princesa Irene, los primos griegos no asisten, tampoco su hermana, la infanta Cristina.




Letizia está equivocandose con su estrategia, hace cosas muy acertadas. Si efectivamente su objetivo es conservar la institución impoluta, alejar a la infanta Cristina y sobre todo al marido de ésta es un acierto, no acudiir a fiestas posh como las que fomenta la prima griega, Marie Chantal también lo es. Mantener la distancia con las monarquías corruptas del golfo es también un acierto.
Su pretensión de preservar la intimidad de sus hijas es errónea. Le guste o no tanto ella como su familia deben de mantener un alto perfil público. Ella porque es la consorte del rey y sus hijas, la mayor es princesa de Asturias, esto es heredera de la corona de España, por lo que su imagen así como sus actos son de interés público, no es una ciudadana cualquiera. Y la jornada de una reina no es como la de un funcionario/a, no se es reina 37.5h a la semana, ese papel es a tiempo completo.
Letizia no entiende su matrimonio como un equipo, ella disfruta de sus actos en solitario, pero en cuanto le toca compartir protagonismo, se siente atacada, presionada, aburrida o una mezcla de todo, y no es capaz de gestionar sus emociones. Se muestra encantada de conocerse en los actos a los que acude sola.




Sus problemas para manejar su desacuerdo con personas o situaciones en público son evidentes.

Se ha comentado mucho su gesto para con la reina emérita a la salida de la misa de la catedral de Palma, no sabemos cuales son sus motivos, puede que haya algo más en el enfrentamiento que mantuvo con Sofía. Sin embargo, para desgracia de Letizia lo que ha trascendido es que ha prohibido a su suegra una foto con las niñas, y no se queda ahí la cosa, es prohibir a una abuela hacerse una foto con sus nietas, eso todavía daña más la imagen de Letizia. El gesto con su nuera ha provocado que incluso se vea al viejo rey salir en defensa de su defenestrada esposa, mejorando la imagen de éste.
Tampoco ayuda a letizia su cabezonería para con su vestuario, apostó por Felipe Varela y cuando sale del diseñador madrileño es para apostar por marcas extranjeras como Hugo Boss, Nina Ricci o Carolina Herrera. Este año iba camino de mejorar en este aspecto con el traje rojo de Roberto Torretta. Ella es la embajadora de la moda española, como primera dama del país, y ayudaría que vistiera más moda made in spain, y no sólo Varela. Es cierto que de forma puntual ha recurrido a Duyos o Juan Vidal, pero ha sido puntual. Y para el cumpleaños de Guillermo de Holanda va y apuesta por Stella Mcartney, eso no le ayuda. Si bien la reina Sofia solía escoger a Valentino para su ropa de gala. Pero de Letizia se espera más, porqué es española y plebeya. Injusto pero es así.
Letizia tiene un problema y gordo. Su imagen está muy tocada, es cierto que los que le tenían ganas, no han dudado en saltarle al cuello, pero incluso para sus defensores, se hace muy complicado sostener su imagen. Si tiene problemas con su suegra va a tener que resolverlos en privado, porqué a partir de este momento si vuelven a coincidir en público, Letizia no puede permitirse ningún mal gesto, ni mala cara. Es probable que esta actitud le vaya a suponer a la monarquía española un coste importante.