lunes, 6 de diciembre de 2021

Mónaco: El circo de la realeza

 

En realidad el principado siempre ha sido un circo. Su familia principesca siempre ha protagonizado grandes titulares de la prensa rosa.

El bisabuelo del actual soberano, el príncipe Louis, tuvo a su hija y heredera, con una cabaretera con la que nunca se caso. La Princesa Charlotte, abuela del príncipe Alberto, que protagonizó su propio culebrón, fue la primera Grimaldi en divorciarse. La princesa nunca llegó a asumir el papel de jefe de estado, a la muerte del príncipe Louis, fue proclamado Príncipe reinante, su nieto, Rainiero, hijo de Charlote.


Rainiero protagonizó una boda de película, con la actriz Grace Kelly. El matrimonio intentó que sus hijos adquiriesen el rango en la realeza que los Gotha europeo no les concedían del todo. Rainiero y Grace buscaron un príncipe para su primogénita, la princesa Carolina.









Carolina al igual que sus hermanos tenía otros planes para su vida. Se paso su adolescencia protagonizando portadas y a los 18 años, creyó encontrar un príncipe. El elegido era un palyboy francés veinte años mayor que la princesa. En el palacio Grimaldi, esto fue una tragedia. Pero la princesa se mostraba inflexible. Ante la situación, Rainiero y Grace accedieron a la boda. El mundo entero sabe como acabó la historia.



La muerte de la princesa Grace en aquel trágico accidente, ocurrido en setiembre de 1982, produce un terremoto en el principado. Carolina ya divorciada parece asumir el papel de hija responsable. Alberto, el heredero, el más discreto. La joven princesa Estefania es la que peor asume la muerte de su madre, comienza una carrera de estrella de la prensa rosa, protagonizando diversos romances.


En estos años Carolina se casa embarazada en diciembre de 1983 con el millonario italiano Stefano Casiraghi. La princesa más bella de Europa, se convierte a ojos del mundo en una mujer responsable y madre de familia numerosa. Carolina asume el papel de primera dama del principado.





Estefania comienza una carrera de diseñadora de bañadores y cantante. Alberto se mantiene en un discreto segundo plano.










En octubre de 1990, la tragedia vuelve a golpear al principado, Stefano Casiraghi, marido de la princesa Carolina muere en un accidente deportivo. La princesa se queda viuda, y el principado sin primera dama durante unos años.


Al tiempo la princesa Estefania comienza uno de sus romances, en este caso, con uno de sus guardaespaldas. La princesa se queda embarazada, en estos años la pareja tendrá dos hijos. El palacio real de Mónaco anuncia en julio de 1995,  la boda ya celebrada de la princesa Estefania y Daniel Ducret. Un año después de la boda, una revista francesa publica un video del marido de Estefania con una mujer en una piscina, las imágenes no dejan lugar a la duda. En octubre de 1996, el palacio anuncia el divorcio de la princesa Estefania.

Los escándalos de Estefania no terminan con el divorcio, en 1998, la princesa es fotografiada en estado de buena esperanza, de nuevo embarazada y también de un guardaespaldas. El 15 de julio de ese año 1998 daba a luz a su tercera hija. Esta vez no hubo boda. Las peripecias de Estefania continúan, es fotografiada en actitud cariñosa con un domador de circo, Franco Knie. El romance protagoniza varias portadas. La princesa de nuevo enamorada, esta vez de un hombre mayor que ella y casado.



Al tiempo que Estefanía tenía dos hijos fuera del matrimonio, el príncipe heredero también estenaba paternidad, en 1992 nacía su primera hija ilegítima, Jazmin Grace, fruto de la relación de Alberto con una norteamericana, Tamara Rotolo. En 2006 depués de la demanda interpuesta `por Tamara Rotolo, Alberto, ya príncipe regente, reconoce la paternidad. 







En 2005, otra mujer, Nicole Coste, azafata tongolosa, había interpuesto también una demanda de paternidad contra el Príncipe Alberto, que acaba tamién con el reconocimiento por parte del soberano monegasco de un nuevo hijo ilegítimo, Alexandre Coste.




Mientras la viuda princesa Carolina disfruta de una vida aparentemente tranquila en la campiña francesa con sus hijos. Hasta que aparece unas fotografías con el actor francés Vicent Lindon. Romance nunca confirmado por palacio.


En 1999, la princesa Carolina vuelve a ser protagonista, se hace público su romance con un príncipe europeo, sin corona. Carolina está con el príncipe Ernest de Hannover. Parece que el destino ha querido satisfacer los deseos de sus padres. El problema, el príncipe Ernest está casado con una de las mejores amigas de Carolina. Este contratiempo no es un hándicap para la antaño princesa “rebelde”. En enero de 1999 Carolina contrae matrimonio con el príncipe de Hannover, su alteza serenísima, se convierte en su alteza real, la princesa consorte de Hannover. Carolina sube un peldaño en la escala de la realeza europea. En este matrimonio, el tercero se casa embrazada como en el segundo, el 15 de julio de 1999 nace su cuarta hija, esta nace princesa de Hannover.

Son años en los que Carolina se codea con el Gotha europeo, es invitada a todos los grandes acontecimientos de la realeza europea, donde luce las joyas de la casa Hannover. No hay que olvidar que los Hannover aún sin reino, es de donde desciende la reina Victoria, esto hace que los actuales Hannover estén emparentados con los Windsor y por matrimonios diversos también con los Borbón.

De nuevo Estefania vuelve a protagonizar la crónica rosa, esta vez se casa con un acróbata de circo portugués en 2003. El palacio Grimaldi no distribuye foto del acontecimiento. Un año más tarde de nuevo el divorcio de la princesa Estefania. Carolina también protagoniza su segunda separación, aunque no divorcio, a día de hoy, sigue oficialmente casada con el príncipe Ernest de Hannover, y conserva el título de su alteza real, la princesa consorte de Hannover. Mientras el príncipe de Hannover no duda en mostrarse en público acompañado de diversas mujeres.


En abril de 2005 muere el príncipe Rainiero, Alberto asume la corona principesca. Alberto permanece soltero, se especula mantiene una relación con una joven nadadora sudafricana.







Alberto se muestra por primera vez en público de forma cariñosa con una mujer en enero de 2006 en la apertura de los juegos olímpicos de invierno. La mujer en cuestión es la nadadora sudafricana , Charlene Winstoock. El mundo conoce a la que será la protagonista de la novela del principado monegasco en los próximos años.









Por fin en abril de 2008, Alberto preside el acontecimiento del año en Mónaco, el baile de la Rosa, con una dama, es Charlene Winstoock. Parece que la relación se oficializa.

Son años de tranquilidad relativa para las princesas Carolina y Estefania. Ahora son los hijos mayores de Carolina, los que protagonizan los escándalos del principado, las juergas que protagonizan.








En junio de 2010, Alberto acude en Suecia a la boda de princesa heredera, Victoria, acompañado de Charlene Winstoock. Las señales apuntan a un compromiso en el Palacio Grimaldi.









Se cumplen los pronósticos y desde Palacio anuncian el compromiso de su Alteza serenísima con la joven nadadora.


La boda tiene lugar el 1 de julio de 2011, ceremonia civil y el 2 de julio la religiosa. Por fin, el príncipe se casa, no sin polémica. Paris Match publica la historia de un intento de fuga, por parte de la novia. Unas semanas antes de la ceremonia se conocía uno de los hijos ilegítimos del príncipe. El semanario parisino dice que Charlene fue interceptada por personal de palacio cuando intentaba llegar al aeropuerto de Niza.

Lo cierto es que la boda real parecía no ser muy del agrado de la novia, se mostró triste tanto durante la ceremonia civil como en la religiosa.







Se rumoreaba que existía un acuerdo por el que la princesa aceptaba permanecer casada cinco años y dar descendencia legítima al príncipe.

Todas las apariciones de la pareja principesca eran medidas con lupa. En la luna de miel se publica que la pareja se alojaba en hoteles diferentes.

A las discrepancias entre la pareja, la prensa le suma la mala relación de la nueva princesa con su familia política, dicen que las cuñadas no se soportan.

Lo que si parece claro es que Carolina busca restar protagonismo a Charlene en todos los actos en los que coinciden. Parece que Charlene toma una decisión sabia, si Carolina va a asistir, ella, Charlene no acude. Esta es a mi entender una decisión inteligente, no es posible competir con Carolina, ha sido y es la princesa más elegante y guapa de Europa.


En diciembre de 2014, Charlene da a luz a gemelos, el príncipe Jaques, heredero y la princesa Gabriela.

Por lo publicado Charlene ha cumplido con el acuerdo, le quedan dos años para ser libre.

Sin embargo, no se produce el divorcio en 2016, como estaba previsto. Las apariciones de la pareja se siguen midiendo. 


Aparecen unas fotos de Charlene en unas vacaciones con un amigo en actitud cariñosa, pero en el principado todo continua igual. 












Es en el verano de 2021 cuando de nuevo saltan las alarmas, la princesa se ha ido a Sudáfrica en mayo y no regresa a Mónaco. El palacio reacciona y comunica que la princesa sufre una enfermedad de los oídos, que la ha obligado a pasar por quirófano y no puede volar por prescripción médica.

El príncipe Alberto continúa atendiendo sus compromisos acompañado por sus hijos y por sus hermanas, principalmente, Carolina.


Alberto y los pequeños príncipes acuden a Sudáfrica a visitar a la princesa, desde palacio se publican las fotografías del reencuentro de la familia. Los rumores no cesan sobre un posible divorcio. El príncipe pone mucho empeño en negarlo.











En noviembre de 2021, la princesa regresa a Mónaco, y de nuevo el escándalo. No se entiende que Palacio no sepa manejar esta circunstancia. La cuñada de la princesa concede una entrevista donde hace público que la princesa no reside en palacio y comunica que no se sabe cuando Charlene va a retomar sus obligaciones oficiales.

Cuesta creer que la mencionada entrevista haya sido iniciativa de la señora cuñada, más bien parece un plan para presionar al Palacio monegasco. La reacción desde el palacio es un comunicado en el que se expresa que la princesa se va a tomar un tiempo para su recuperación total, y no va a estar presente en el día nacional de Mónaco.


En medio del huracán,  una visita a la expo de Dubai, en la que Alberto había anunciado sería acompañado por su esposa. La realidad es que el príncipe acude con su hermana Estefanía.






El día nacional de Mónaco la protagonista es la ausente princesa, alberto y los pequeños prícipes aparecen en el balcón de palacio con unos carteles para la princesa.. 





Y el mindo rosa a la espera del siguiente capítulo del culebrón Grimaldi.